los 30s

No recuerdo muy bien qué pasó, ni como fue que pasó, pero mi festejo de cumpleaños dejó un agradable sabor de boca por los panas que acolitaron a un momento de desenfreno, algarabía y desmadre. Como la película se me desfragmentó desde muy temprano, me remitiré a la evidencia! Gracias a todos por venir! Y ya estamos armando la siguiente.


Evidencia de la destrucción que venía. Las botellas listas para la degustación e ingestión con mucha conciencia de todos los panas. El self-service más eficaz que he visto, y la bebida oficial, el buen tequila en varias versiones. Junto a mi, mis panas Luzma, y abrazados Guillo y Carla. A los tiempos que el buen tipo Guillo nos acompaña en estas, Carla y Luzma socias asiduas a la farándula.


Evidencia de la habilidad innata, creo yo, que tiene Gandho para hacer tragos. En vez de velas empecé a apagar tragos lo que produciría la desfragmentación de la historia que nunca podré ordenar. Que buenos tragos y muy elegantes y estéticos.


Algunos de los que acolitaron al festejo, Carla, Guillo, la Nena, yo, Luzma, Fer : ) y mi primo Alvaro. Aún podía reconocer a la gente y podía mantener una conversación de 2 o 3 frases. Mas eran un reto.

Gandho, Roserito, Pastv, Carla, yo, Adri y Mauro. Ya las conversaciones se reducían a una frase y articularlas eran un reto. De entender, aun entendía.


Cuando llegaron las cero horas del 1/mayo había que dejar de soplar tragos, no dejar de beberlos, y soplar las velas. 30 velas, como debe ser y la malicia siempre presente. Diablos por fuera, diablos por dentro.


Apagando la velitas, luego del "cumpleaños feliz". Liindas las velas, liindo el pastel. Aunque no me acuerdo si lo probé.


El lado oscuro de la fiesta. Al fondo el lado iluminado. Ya los recuerdo se acaban en este punto y solo imágenes vuelven de vez en vez. Pero sin orden.

Lo más parecido a como veia el festejo. Siluetas, panas, rostros, música, luces, diablos que huían, otros llegaban, unos desaparecían, otros deambulaban y el resto bailaba. Unos amanecieron arriba, otros abajo, otros no amanecieron y algunos dormían.


Gracias a todos, desde Mariu, la primera que llegó a las 22h00, hasta Carla y Luzma, el dúo dinámico, las últimas en irse a las 13h30 del siguiente día, luego de los ceviches respectivos. Esos que yo no probé. Desde Ipab el mas joven, hasta Mauro, el menos joven, desde Alba que llegó del Guayas hasta mi ñaña que bajó de su cuarto, desde Gaby que no tomó nada hasta el Pastv que se tomó hasta el pelo. El chuchaki pasó, el gusto no.