Lejos. pero enserio lejos. Avión, bus y buseta necesitamos para llegar a Vilcabamba, el "valle encantado" o el de la "eterna juventud". Siempre me imaginé que llegaría a un pueblo hiper tranquilo, por lo que llevé un libro y de los gruesos para disque, terminar de leerlo, rodeado de viejitos en la plaza central de Vilcabamba. Y si, viejitos había, y muchos, pero que sus cuerpos y mentes, ni siquiera se enteraban de la edad que tenían. "tengo 96 años, 8 hijos, 14 nietos, 6 bisnietos y un tataranieto" nos contó Ernesto Carpio en la plaza, mientras recordaba cada detalle del pueblo, como se formó y se transformó de un valle agrícola a una especie de gran territorio de retiro para jubilados. Era la primera vez que conocía a un tatarabuelo, pero de seguro había muchos. Y es que según dicen, el agua del valle tiene magnesio y otros minerales que hacen que el cuerpo libere todas las toxinas que ingresean, y así literalmente pasa el tiempo sin hacerles mella.
Don Ernesto, en la plaza central.
Pero la mayor sorpresa que tuvimos con Fer, era que Vilcabamaba tenía mas extranjeros que vilcabambeños. Viejos igual, pero extranjeros. Como Charly, que vino de USA para visitar a un amigo y se quedó para siempre, y se puso una pizzería por lo demás recomendable, Charlitos. O "Mariela" nombre ficticio para reconocer a la mexicana dueña de la hostería El Jardín Escondido, donde nos hospedamos y donde Ambar y Tara nos hacían compañía en sus jardines. O "Pedrito" como se hacía llamar este alemán que vino de mochilero en 1996, conoció el valle, y vendió todas sus propiedades en Alemania para poner una hostal de lujo la Izhcayluma, donde un masaje completo de hora y media en su spa es revitalizante. O Hanz, otro alemán, que vino a ver a su novia, y se quedó. Y se casó, con otra novia, pero se casó. Y lo mejor que se le pudo ocurrir a Hanz fue ponerse un campo de tiro. Al blanco. Con Arco. Y flechas. Y allá fui.
Jugando a ser Robin Hood.
Tense, y afloje. Cargue la flecha. Repita.
Ser traumado con los personajes de ficción como RobinHood, y haber tenido un arco hecho por mi en la niñez, no sirvieron de mucho al pasar de 15 a 30 metros. Pero de que estuvo a lo bestia, estuvo a lo bestia.
a 15m. casi infalibe. a 30m. mandé una flecha al infinito. Y mas allá
En fin, Vilcabamba es una valle encantado, donde hay mas extranjeros jubilados que se han enamorado de sus estables temperaturas 17º a 21ºC siempre, de sus calles y que han traido una especie de movida muy interesante con una onda pacifica hyppie burgués. Con una oferta inagotable para el turista, spas, piscinas, paseos a caballos, en bici, rutas a pie, etc etc.
Ambar y Tara, los pastores alemanes mas relajados que he visto en mi vida.
Mi libro? bien gracias, aun en la mochila.
2 comentarios:
como el agua nikken jejejej, y que pleno vilcabamba ya esta en mi lista. y ya deja de ser traumado te voy a prohibir ver tele e ir al cine jje un abrazo
jaajajajaja agua nikken! y pues esta de organiazr el viaje de nuevo a vilcabamba.. pero cuando pueda.. jajajaja.
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