miércoles, 6 de enero de 2010

infierno

Ayer fue un día duro. Muy duro. El peor día en varios meses, a lo mejor años. Fallé. Me atrasé en un proyecto que pensé que estaba dominado. Y lo peor es que era para Fer, una de las pocas personas a las que no quieres fallarles. La reacción obvia y esperada llevó a la primera bronca fuerte. Y me abrumé. Me pegó full, mas de lo esperado. . . .


Fue un infierno. Real y palpable. Fue el efecto martinazo, que algún día explicaré.


Muy contrario fue el “infierno” de 72 horas antes. Fer me empuja y siempre borra de mi las sombras de duda cuando de decidir se trata. Y tenía entre ceja y ceja la Diablada de Píllaro desde hace un par de meses. Y no importó el tenaz chuchaki (rasca, resaca, enfermedad autoinflingida, etc.) que me cargaba para desembarcar en Ambato y luego ir hasta Píllaro a la Diablada. Y como siempre, gente asombrosa en el camino, como Teresita, humilde señora que ya nos adelantó algo de la tradición. Pero fue Don Vargas, en una estrecha calle que nos contó un poco mas.


Teresita, la guía.


Las máscaras son unas bestias,

una más espectacular que la otra.


“hace 60 años en la parroquia vecina, los hombres nos disfrazamos de diablos para asustar a los hombres de Píllaro, que llegaban a enamorar a las chicas, sean solteras, viudas, casadas o con novio. Los esperábamos en el camino, de noche y salíamos gritando UH UH UH, y dándoles fuete. Hasta se desmayaban del susto”


Y así surgió la tradición. Los que veían el diablo tenían que darle un tributo: danzar por 12 años seguidos entre el 1 y 6 de enero, para evitar que el diablo se llevara su alma. Además un fuerte arraigo cultural andindo, festeja y celebra al Diablo, por ser un dios alegre, fiestero y travieso, que se contrapone con el dios humillado de la religión católica.


Fer y un diablo con alas.


El Diablo negro


Los sub-10, diablos de la escuela.


Ya el final de la comparsa.


Así pasó la Diablada, un fin de semana excelente, a lo bestia! con los curas de vacaciones, (cierran la iglesia y suspenden las misas cada 1 de enero) y los diablos danzando en el corazón.

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Y nada pues, a tomar al Diablo por los cuernos, salir de la montaña de trabajo atrasado, y aprender de los errores. Tan tan.

1 comentario:

Pentapodologa dijo...

ahi está no mas digo yop! Pero se pasó lindo el fin de año!