martes, 12 de agosto de 2008

vuela por otros rumbos

... y vuela vuela,
por otros rumbos,
ven sueña sueña,
que el mundo es tuyo...


a las 5 AM, un bar argentino-cubano, el DJ empieza a poner vallenatos con el objetivo de enviar a casa a los pocos clientes que quedan. Hemos asistido a un concierto de una banda de salsa, si de salsa, con Yomi, Pamela, La Nena, y se nos une Fernando, guitarrista de la banda y su amigo Ernesto, corazón bogotano, cumbiero, salsero y farrista. La intención del DJ, fracasa, pues en vez de eviarnos a casa, como hubiera sucedido en situaciones normales, el vallenato, este vallenato en especial, altera los sentidos de todos y se genera un brindis colectivo, cantando a todo pulmón el vallenato típico de bus quiteño de hace 6 o 7 años. Aparte de eso las chicas me califican de un honroso “seis sobre diez” en el baile salsómano, cuando las predicciones propias eran de un rotundo “cero y al puesto”. Detalle a corregir en el futuro. Cervezas mas, cervezas menos, vamos al depar, pues a las 9 AM cruzaríamos la frontera hasta Colonia, Uruguay. Cervezas mas, cervezas menos, nos cuesta llegar a los destinos por el sigsagueante deambular de todos los personajes de la historia.

Solo el espíritu me levanta a tomar el buquebus y ni bien llegando al puerto, pido de comer un chivito uruguayo, que resultó ser un eficaz remedio contra el chuchaki. Pasar en este puerto tranquiliza el alma, luego de una semana de danza, la Esthela, bares, Sabina, Serrat, Paez, vino, la Iguana, paseo al Tigre, Calamaro, parque japones, plazas y mas plazas, palermo soho, palermo hollywood, la Cordova, la Paraguay, la Corrientes de ida y vuelta, la Belgrano, subte por aquí, colectivo por allá, Talcahuano, la cancha, Caminito y mas.


Foto de Yomi al grupo que viajamos al Tigre.

Christian y Yomi, en el paseo sobre el río Tigre.

Pastv, dirigiendo la expedición.

Luego de la cena en casa del escritor Eduardo Dayan y su esposa Alicia

Parque japonés.

Volvemos a Buenos Aires, a las 22h00 luego de la “ruca bestia” de 3 horas en el buque de regreso. El cansancio me empieza a pasar factura, pero el espíritu la aguanta. El jueves fue un día raro, se regresó a Quito un corazón quiteño la Gaby, una amiga de mi ñaña que estuvo estudiando gastronomía, pero conozco a otro que aún se quedará en la ciudad de la furia algunos meses mas, la So.

Se empieza a sentir que el fin del viaje ya llega y el viernes se pasa tranquilo. Solo será la calma antes de la tormenta. ...

1 comentario:

Pentapodologa dijo...

Se nota que les ha ido super bien en el viaje... unas vacaciones asi cualquiera se las toma verdad jajajajaja